La sala 4 del edificio de los tribunales fue el ámbito para una serie de discusiones en relación a un juicio abreviado que se pretende entablar contra Richard González Conrado señalado como autor de un «homicidio en grado de tentativa» ocurrido el año pasado en San Javier.
La víctima es un joven llamado Marcos Quiroga, un trabajador rural de por entonces 27 años. Sufrió dos disparos con una escopeta -hecho reconocido por el imputado- y estuvo al borde de la muerte. Le amputaron el brazo, se salvó de milagro y volvió a Santiago del Estero, su provincia natal. Ahora el acusado enfrenta un pedido de pena de seis años y medio de prisión.
Al cierre de la jornada laboral de la semana en la Justicia de esta capital, González Conrado -portando tobillera electrónica- se presentó viajando desde Las Grutas en virtud de que luego de la prisión se le permitió trabajar, aunque se le impuso la prohibición de ingresar a San Javier.
Lo esperaron en la sala 4, el juez de Juicio, Marcelo Álvarez, la fiscal Mariana Giamonna y su adjunto Francisco Marano, y sus ahora abogadas oficiales defensoras, Graciela Carriqueo y Belén Blanchet, ya que en una audiencia anterior había renunciado a una defensa privada.
El acusado habló negando el ofrecimiento de la pena impulsada por la fiscal alegando que «no me hicieron saber mis derechos, porque nadie me avisó nada, no puedo ver a mis hijos» aunque admitió haber tomado un arma para herir al joven y a otro amigo -Francisco Amaya- en un inquilinato de San Javier, tras una reacción personal porque a su criterio «eran nueve que me rompieron el auto».
Al no aceptar el criterio del juicio abreviado, las partes quedaron en un cuarto intermedio para el 28 de febrero próximo en el mismo lugar con el propósito de reanudar el debate, y «acercar posiciones» a fin de resolver el monto de la pena, se informó en el marco de la extensa audiencia del viernes.
FUENTE: NoticiasNet