Un informe realizado por la Usina de Datos y el Área de Género y Sexualidades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) indicó que, en el tercer trimestre del año pasado, las mujeres que vivían en la ciudad tuvieron más dificultades para acceder al empleo que los varones. Además de verse más afectadas por la precarización laboral, las trabajadoras llegaron a recibir sueldos que eran un 27,4% inferiores a los que ganaban sus compañeros.
Otro dato que se desprendió del informe es la feminización de las tareas de cuidado. Si bien en los últimos seis años cada vez más varones rosarinos recogieron el guante y comenzaron a ocuparse de los trabajos domésticos, la cifra aún está bastante lejos de ser la ideal: se estima que, en el Gran Rosario, el 70% de las personas que asumen las tareas del hogar son mujeres.
Conseguir trabajo es más difícil para las mujeres
En el trimestre comprendido entre julio y septiembre del 2024, la tasa de empleo de las mujeres fue del 50,2%, mientras que la de los varones rondó el 67,6%. Estos indicadores, que muestran una menor inserción laboral femenina, se complementan con las tasas de desocupación observadas en el Gran Rosario: el 7,7% de las encuestadas manifestó no tener trabajo a pesar de buscarlo, mientras que esta situación solo afectó al 4,1% de los hombres.
A nivel general, el 15,5% de las trabajadoras del Gran Rosario dijo tener un empleo pero buscar activamente otro -lo que se conoce como ocupados demandantes-, mientras que para los varones este porcentaje fue del 12,3%. En tanto, un 15,5% de las trabajadoras expresó que trabajaba menos de treinta y cinco horas semanales -es decir que estaban subocupadas-, mientras que en el caso de los hombres el porcentaje se redujo al 11%.
Fuente: Usina de Datos de la UNR.
Pero la situación laboral también varió según la edad y fue más complicada para las mujeres jóvenes. El informe precisó que en el grupo etario de ente 14 y 29 años, el 39% de las mujeres y el 50,5% de los varones tenían empleo. Entre las personas de entre 30 y 64 años, se observó que el 71% de las mujeres y el 87,9% de los hombres tenían trabajo.
En la población joven, la tasa de desocupación femenina fue del 12,8%, mientras que la masculina fue del 7,7%. Entre los 30 y 64 años, la desocupación femenina fue del 5,9% y la masculina del 2,8%.
Fuente: Usina de Datos de la UNR.
La subocupación fue bastante pareja entre las personas de 14 y 29 años, mientras que afectó en mayor medida a las mujeres que integran el grupo de 30 a 64 años (15%) en comparación con los varones (8,6%), lo que indicó una “inserción laboral más precaria” por parte de la fuerza laboral femenina.
Fuente: Usina de Datos de la UNR.
“Si bien la tasa de actividad femenina creció en los últimos años, las mujeres aún enfrentan mayores barreras para acceder a empleos formales y mejor pagos, dado que asumen, en mayor medida, las tareas de trabajo no remunerado, lo que condiciona el acceso y participación en el mercado laboral. Los efectos de esta doble carga de trabajo son diversos, ya que los tipos de empleo que permiten conciliar ambas tareas suelen ser escasos o de baja calidad. De este modo, las mujeres mayormente se insertan en sectores de baja remuneración y el acceso a posiciones jerárquicas y de decisión en las organizaciones es limitado a pesar obtener mayores niveles de educación que los varones”, observó el informe de la Usina de Datos.
Los varones ganan casi un 30% más que las mujeres
“Durante el tercer trimestre de 2024, la disparidad de ingresos en el Gran Rosario alcanzó el 27,4%, lo que confirma la persistencia de la desigualdad de género en el ámbito laboral”, denunció el informe, dando cuenta así de la brecha salarial que existe entre varones y mujeres.
Entre julio y septiembre, el ingreso medio de una rosarina fue de $524.585. mientras que el de un varón fue de $722.377. Así, las trabajadores ganaron un 27,4% menos que sus compañeros hombres.
Fuente: Usina de Datos de la UNR.
El estudio también apuntó que sólo el 4,5% de las mujeres del Gran Rosario llegaron a desempeñarse como jefas o directoras, mientras que para los varones este porcentaje ascendió al 8,4%. “Esto evidencia una menor presencia femenina en roles de liderazgo y toma de decisiones”, se advirtió.
Además, el 74,3% de las mujeres eran asalariadas, frente al 67,2% de los varones. También se advierte una menor proporción de empleadas en posiciones de trabajo independiente o de cuenta propia, donde representan el 21,2%, frente al 24,4% de los hombres.
Fuente: Usina de Datos de la UNR.
Pero esta brecha salarial no se corresponde con los niveles de estudio o educación: la encuesta advirtió que más de un cuarto de las mujeres tiene nivel universitario, mientras que para los varones este porcentaje no alcanza a un quinto de la población.
Fuente: Usina de Datos de la UNR.
Precarización, falta de aportes jubilatorios y fin de la moratoria
El 36% de las asalariadas del Gran Rosario no contaban con aportes jubilatorios al cierre del tercer trimestre del 2024, un dato que podría dar cuenta de la cantidad de mujeres sumidas en la informalidad laboral. Para el caso de los varones, este porcentaje era del 30%.
“Se evidencia así que las mujeres acceden a puestos con mayores niveles de informalidad que los varones”, señaló el informe, que recordó que en la provincia de Santa Fe “las mujeres accedieron en mayor medida a jubilaciones a través de los planes de inclusión previsional, o sea, moratorias”.
Fuente: Usina de Datos de la UNR.
Se estima que un 85% de las santafesinas que se jubilaron -cerca de 239.000 personas- lo hicieron mediante moratorias, mientras que en el caso de los varones el porcentaje se reduce al 48%. “En contraste, el 52% de los hombres accede a jubilaciones sin moratoria, reflejando trayectorias laborales más estables y con mayor cantidad de aportes efectivos”, se indicó.
También aquí hay una desigualdad económica. Los hombres que se jubilaron sin moratoria, tras haber realizado treinta años o más de aportes, tuvieron un ingreso medio de $654.578 y ganaron un 12,1% más que las mujeres que también cumplieron con estas condiciones, quienes percibieron un haber medio de $575.390.
Fuente: Usina de Datos de la UNR.
Las mujeres que se jubilaron con moratoria percibieron, entre julio y septiembre, un haber de $308.726, mientras que para los hombres este ingreso fue de $342.234, mostrando así una brecha salarial del 9,8% entre ambos géneros.
La limpieza y el cuidado, una tarea que recae en las mujeres
La mayor parte de las tareas del hogar −sin contar las realizadas por servicio doméstico− en el Gran Rosario fueron realizadas por mujeres: se estima que un 70% de la población femenina se hizo cargo de los trabajo de cuidado y limpieza de la vivienda, mientras que sólo un 30% de los varones asumió estas labores.
Fuente: Usina de Datos de la UNR.
“A pesar de algunos avances en la corresponsabilidad de los trabajos del hogar, los datos indican que las mujeres continúan mayormente a cargo de estas tareas no remuneradas. Esta configuración restringe oportunidades de participación en el mercado laboral”, alertó la Usina de Datos.
Las rosarinas ganaron casi un 30% menos que los varones y el desempleo afectó fuertemente a las jóvenes by Conclusión TV
Fuente: Conclusión
