Este viernes se espera la resolución judicial en el primer juicio contra Leonardo Cositorto, acusado de liderar una presunta megaestafa conocida como Generación Zoe. Junto a él, otros cinco implicados enfrentan acusaciones de fraude y asociación ilícita por parte de la Fiscalía y la Querella en el Tribunal de Goya, Corrientes.
Los acusados -Cositorto, Miguel Ángel Echegaray, Maximiliano Javier Batista, Lucas Damián Camelino, Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina- tendrán derecho a expresar sus últimas palabras frente al tribunal antes de la sentencia. En un intento por cerrar el caso, Cositorto buscó un acuerdo financiero con las 98 víctimas, pero la Fiscalía denegó la propuesta.
Aunque este es el primer juicio de su tipo que afronta el líder de Generación Zoe, enfrenta otras acusaciones similares en diferentes jurisdicciones del país. No obstante, este proceso ha sido especialmente significativo debido al intento fallido de conciliación y la larga lista de testigos convocada por ambas partes.
Mientras el foco está en Corrientes, otras provincias también están atentas. Anteriormente, dos de los imputados en Córdoba, Norman Próspero y Silvana Abellonio, fueron liberados tras vencer el periodo legal de prisión preventiva. Frente a la espera de juicio, la ley permitió su libertad precautoria.
Generación Zoe: entre la inversión y la estafa piramidal
El juicio contra Leonardo Cositorto por estafas en Corrientes avanza con 98 denunciantes y la posibilidad de que el líder de Generación Zoe enfrente una condena de hasta 16 años de prisión. Se prevé la declaración de 166 testigos, entre representantes de la querella, la fiscalía y la defensa.
Cositorto, detenido en 2022 en República Dominicana por Interpol, es señalado como el cerebro detrás de múltiples esquemas piramidales que operaron durante casi 30 años en diversos sectores. En los últimos años, su incursión en el club de fútbol Deportivo Español le permitió amplificar su imagen y captar nuevos seguidores.
A sus 52 años, se autodenomina ministro de un culto y fundó la iglesia AVIVA ZOE, vinculada a su organización. Según su versión, Generación Zoe tenía presencia en 17 países, 65 oficinas activas y 85.000 miembros. Sin embargo, registros de la AFIP indicaban que figuraba como monotributista clase A, lo que contradice su relato empresarial.
El modelo de negocio en cuestión
Generación Zoe ofrecía membresías "inteligentes", permitiendo a los inversores visualizar sus supuestas ganancias en una plataforma digital. Cositorto defendió su empresa asegurando que no era una estafa piramidal: "Las estafas no duran más de seis meses o un año. Nosotros abrimos 79 sucursales y seguimos operando", afirmó en su momento.
No obstante, la justicia lo acusa de operar un esquema Ponzi, donde los fondos de nuevos inversores financiaban los pagos a los anteriores, sin una actividad productiva real. Entre sus propuestas, la organización promovía Zoe Cash, una criptomoneda que perdió el 97% de su valor en pocos meses de 2022, y prometía rendimientos de hasta un 120% anual en dólares. También aseguraba inversiones en fútbol, gastronomía, metaverso y NFT.
FUENTE: NoticiasNet