En un nuevo giro del caso judicial que ha capturado la atención nacional, el ex presidente, Alberto Fernández, se presentó hoy ante los tribunales de Comodoro Py para enfrentar las acusaciones de violencia de género presentadas por su ex pareja, Fabiola Yañez. En un extenso documento de más de 200 páginas, Fernández negó vehementemente las acusaciones y mostró un lado oscuro de su relación pasada, marcada según él, por problemas personales y serios desencuentros.
El escrito presentado por Fernández habla explícitamente de los problemas de salud de Yañez, específicamente su adicción al alcohol, sugiriendo que esto podría haber contribuido a la aparición de los moretones que ella exhibió públicamente como evidencia de abuso. En vez de ser el agresor, Fernández sostiene que fue él quien recibió insultos y malos tratos durante su relación.
El enfoque del ex mandatario se centró en exonerarse a sí mismo de las graves acusaciones y resaltar, según él, venganzas hacia su persona, en un proceso que califica de injusto. Durante la audiencia, Fernández tomó una postura desafiante, rehusándose a responder preguntas del juez Julián Ercolini y del fiscal Ramiro González, a quien transformó en el punto central de sus críticas al cuestionar su imparcialidad.
Esta actitud se suma a sus duras críticas en contra del sistema judicial, que él percibe como incorrectamente hostilizado en su contra. Afirmó que todo ello forma parte de una estafa procesal sin precedentes, emprendiendo también un ataque a la integridad de algunos actores clave de la acusación.
La relación entre Fernández y Yañez, con sus luces y sombras, fue otro de los temas tratados en el documento. Relatando múltiples conversaciones que habrían tenido lugar durante su tiempo juntos, Fernández ofreció un escrito donde describe los evidentes problemas de su ex pareja con el alcohol, excusándose por no poder ayudarla por las exigencias de su cargo. No obstante, pese a los conflictos personales que destacó, no eludió responsabilidad en algunas palabras que consideraron como autocrítica limitada sobre las carencias en su matrimonio.
Desde su separación, Yañez ha presentado otras acusaciones que ponen el foco sobre el tema del acoso y violencia emocional, sugiriendo que Fernández ejerció sobre ella indiferencia y hostilidad. Sin embargo, el ex presidente permaneció firme negando todos los cargos, plantando dudas sobre la credibilidad del material acusatorio. Fernández lo negó: “quiero enfatizar que estoy aquí declarando por hechos de violencia física que nunca ocurrieron. No solo no existen testigos ni documentación que los respalden, sino que, por el contrario, hay pruebas contundentes que desmienten categóricamente su existencia”, manifestó el ex primer mandatario.
FUENTE: NoticiasNet
