viernes, febrero 21, 2025
Tgtecno.com

Lo BUENO y Lo Malo

los mas recientes

El abusador de la SENAF apeló y podrían quitarle su tobillera para mandarlo directamente al Penal de Viedma

Este martes se produjo una audiencia de apelación por parte de la defensa de Javier Castello, trabajador de la Secretaría de Estado de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), que fue condenado por abuso sexual a una menor.

El tribunal de juicio compuesto por Guillermo Bustamante, Ignacio Gandolfi y Daniela Zágari estableció que el sujeto se aprovechó de su calidad de cuidador, por ser operador de la SENAF, y abusó sexualmente de una menor de 16 años dentro de la vivienda donde funciona un CAINA.

Fue entre el 26 de marzo y el 18 de abril de 2023. También se acreditó que entre el 18 y 19 de abril de 2023 y en el mismo lugar, volvió a cometer otro abuso sexual contra la misma chica.

En esta oportunidad, Castello apeló en una vía formal que tiene en el marco de sus derechos. Ahora, el Tribunal de Impugnación formado por Miguel Cardella, María Rita Custet y Carlos Mussi tendrá su resolución dentro de los próximos 20 días hábiles.

Una vez que defina el cuerpo de notables, la fiscal Mariana Giammona podrá pedir prisión preventiva, dado que en este caso se contempla una pena de 8 años de cárcel efectiva.

En el juicio original, se evaluó el testimonio de la víctima y los exámenes psicológicos, que coinciden en que sufre de estrés post trauma.

Como medida preventiva, se dispuso que esté con una tobillera en su domicilio hasta que la sentencia quede firme.

Otro abuso que conmocionó a la Comarca

Un caso de resonancia del mismo calibre, juzgado el año pasado, fue contra Horacio Centanni, bedel de la Universidad Nacional de Río Negro que abusó sexualmente de una compañera de trabajo.

El bedel de la UNRN fue declarado culpable del delito de abuso sexual con acceso carnal y la pena prevista era entre 6 y 12 años de prisión. Se lo condenó por haber abusado de una compañera de trabajo en el marco de una fiesta por fuera de la universidad.

Luego, el depravado sexual llevó una prenda íntima de la víctima al lugar de trabajo y la dejó arriba de un escritorio, a la vista de todos.

En torno a la palabra de una psicóloga, dijo que el denunciado como abusador hizo que sintiera culpa con ella misma, sufrió pesadillas, conductas suicidas, de alerta e hipervigilancia, de no poder salir a la calle y de evitar a personas vinculadas con su lugar de trabajo.

FUENTE: NoticiasNet

Populares